El Ayuntamiento unifica los plazos de concesión y arrendamiento a los comerciantes de San Blas para garantizar su continuidad hasta que se produzca el cambio de gestión.

La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, se ha reunido con la nueva Junta Directiva de la Asociación de la Plaza de Abastos Mercado de San Blas, que fue elegida el pasado mes de diciembre bajo la presidencia de Alfredo Iturriaga.

El encuentro ha girado sobre el futuro de esta instalación, que se encuentra en estos momentos inmersa en un proceso de reflexión para su transformación “hacia un mercado moderno, que sin perder su esencia de mercado tradicional se adapte a unos usos sociales y comerciales diferentes”.

Para este tránsito, y siguiendo el estudio en profundidad que llevó a cabo la empresa pública Mercasa, parece claro un cambio en el modelo de gestión, en el que -como ha señalado la alcaldesa- “priorizaremos la participación de los actuales comerciantes que deseen involucrarse en él”.

Mientras tanto, y a fin de garantizar la actividad de los actuales concesionarios de puestos y arrendatarios de locales comerciales, el Equipo de Gobierno ha propuesto unificar los plazos de extinción de estos contratos que mantienen con el Ayuntamiento.

Así, y considerando que se trata de un periodo de transición, la alcaldesa ha confirmado a los representantes de la asociación que todas las concesiones y arrendamientos -incluidos los aproximadamente diez situados en locales con acceso desde el exterior de la plaza cuyo contratos finalizaban antes- estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2021.

“El objetivo -ha señalado Gamarra- es que el mercado comience el 1 de enero de 2022 una nueva etapa de la que prioritariamente participarán los actuales comerciantes que lo deseen”.

“Si emblemático es el edificio, más lo son sus comerciantes. Generación tras generación han hecho de este mercado lo que es y a la hora de afrontar el reto del futuro, son los protagonistas principales”.

En el tiempo que resta hasta ese momento, el Equipo de Gobierno irá trabajando en la adaptación del mercado tanto desde el punto de vista funcional y arquitectónico como de usos y de gestión.

“Estudiaremos la posibilidad de albergar nuevos usos que actúen como elementos de atracción, como se ha implantado con éxito en otras ciudades, pero siempre bajo la premisa de mantener el servicio de mercado central de abastos como actividad principal”, ha concluido Gamarra.